viernes 17 de enero de 2003

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practicando artes marciales, su compañero ocasional, un psicólogo, dijo una barbaridad que no viene al caso sobre el profesor, que en ese momento estaba explicando algo a una señora;
entonces, el hombre le respondió sonriendo por la ocurrencia: ustedes los psicólogos siempre están pensando mal de la gente;
y este psicólogo recordó en un segundo todas las millones de cosas que habrá escuchado en su vida profesional, y dijo, sin ninguna ironía:
la gente es la que piensa mal