11.8.2018

¿Cuál es la edad del alma del hombre? Porque así como posee la virtud del camaleón (…), de ser alegre con el contento y triste con el apesadumbrado, de la misma manera es cambiante su edad como también su humor. Ulises; James Joyce, traducción Zabaloy

10.8.2018

en el camino se topó con cierta puta (…), cuyo nombre, dijo ella, era Pájaro en Mano, y que lo engañó (…) de manera tan seductora que lo atrajo a su gruta que se llama Cien-Volando o, como le dicen algunos ilustrados, Concupiscencia Carnal. /Ulises; J.Joyce, trad. Zabaloy

9.8.2018

burlándose buenamente, preguntóle a Maese Stephen cuál era la razón por la cual no se había decidido a tomar los votos de fraile, y él le contestó obediencia en el vientre, castidad en la tumba pero pobreza involuntaria durante toda su vida. Ulises; James Joyce, trad. Zabaloy

8.8.2018

la expresión «ya voy» es de las que más prometen y menos cumplen

7.8.2018

Joe empieza a contarle al ciudadano (…) sobre la fiebre aftosa (…) y Bloom saliendo con baño desinfectante para ovejas (…). Todo porque estuvo una vez en un matadero. (…) Mr.Sabelotodo. Le enseña a tu abuela a ordeñar patos. /Ulises; James Joyce, traducción Zabaloy.

6.8.2018

-¿Es usted un abstemio total? -dice Joe -No bebo nada entre trago y trago -le digo. (…) Como quiera que sea Terry trajo las tres pintas que convidaba Joe y qué lo parió casi me quedo ciego cuando lo veo poner una libra. /Ulises, James Joyce, traducción Zabaloy

5.8.2018

Porque no lo mandé al diablo esa vez, hace seis meses, cuando me trató tan mal ese empleado del banco, ahora dudaba si debería hacerlo ahora, o irme antes. Pero me trató genial. ¿Habrá mejorado él o habré mejorado yo?, por lo menos mi suerte con él mejoró.

4.8.2018

La  pérdida de alguien. Todas las canciones sobre el mismo tema. Bloom  estiró aún más la banda elástica. (…)Aunque  la excesiva felicidad aburre. Estiró más, más. ¿No eres feliz en tu?  Tuaaanng. Se cortó. /Ulises; James Joyce, traducción Zabaloy

3.8.2018

Sus labios húmedos dijeron afectadamente: -Se va a torcer el cuello mirando para atrás. Se rio: -¡Dios mío! ¿No es cierto que los hombres son unos reverendos idiotas? Con tristeza. Miss Kennedy (…) -Son ellos los que disfrutan -dijo triste después. Un hombre. Ulises; James Joyce, traducción Zabaloy